Nuestro horno, el gran protagonista de nuestra historia
Son más de 50 años los que lleva este entrañable horno trabajando día a día para conseguir las cociónes perfectas y dando ese sabor único característico de todos nuestros panes y pasteles
Por suerte, los hábitos empiezan a cambiar y ya se va viendo ese cambio. Empezamos a valorar de nuevo el trabajo del artesano… En nuestra casa todos los procesos de fabricación son lentos, los productos se hacen uno a uno, sin cadenas, sin máquinas, por eso tenemos un equipo grande de personas, porque necesitamos mucha mano de obra. Al final esto se transforma en algo especial y auténtico, transmitiendo la misma magia que desprendían los dulces que nos preparaban nuestras abuelas, y no hay mejor forma de expresión que poder disfrutarlo, porque la comida también se hace para sentir y disfrutar… Por ello, nuestro principal propósito es hacerte feliz.